“He confiado a Manuel Valls la misión de dirigir el gobierno de Francia” con un equipo “compacto, coherente y unido. Un gobierno de combate” , anunció.
“He oído vuestro mensaje. Es claro” , agregó, al sacar las lecciones de la derrota electoral de la víspera, que ha dado alas a la oposición de derecha y a la ultraderecha.
“Los cambios son insuficientes y hay por lo tanto demasiada lentitud. No hay empleos suficientes y hay por lo tanto demasiada desocupación. La justicia social es insuficiente y hay demasiados impuestos” , sintetizó el mandatario, que bate récords de impopularidad.
Valls, en cambio, es una de las pocas figuras del Partido Socialista que se mantiene en lo alto de los sondeos, aunque sus posturas de firmeza contra la delincuencia le han valido críticas dentro de la izquierda.
El nuevo primer ministro nació en Barcelona, el 13 de agosto de 1962, en una familia de artistas (su padre, Xavier Valls era un reconocido pintor catalán) y se naturalizó francés tan solo a los 20 años, después de la elección del presidente socialista Franois Mitterrand (1981-95) .