“El examen de uno de los dos cocodrilos (muertos) reveló una cierta cantidad de restos humanos” en su estómago, indicó un oficial de policía, Andrew Hocking.
Los restos humanos hallados en este cocodrilo de cinco metros de longitud aún no han sido identificados, si bien el lugar de la captura del animal se encuentra a 1.5 kilómetros de distancia del lugar del ataque.
Tras el ataque, la esposa y la nuera del desaparecido dieron la voz de alarma al lugar poblado más cercano, mientras que su hijo se quedó buscando a su padre.
El cocodrilo marino (Crocodylus porosus) vive en los pantanos y en las orillas de las regiones costeras del norte de Australia, donde están protegidos desde hace más de cuatro décadas y donde se estima que hay una población de entre 75 mil y cien mil de estos saurios.
Según la base de datos CrocBITE internacional de la Universidad Charles Darwin de Australia, en lo que va de este año 66 personas murieron en todo el mundo por ataques de cocodrilos.