“¿Estás sentado? Las propiedades del señor Osborne están valoradas en cuatro millones”, le dijo el gerente a Katica.
Sin familia en la zona y con solo una hermana en el estado de Nueva York, el anciano de 79 años dejó todo su patrimonio a esta localidad de Florida, que de momento ha cuantificado su casa, los muebles y el automóvil.
Los vecinos, preguntados por la prensa local, señalaron que nadie se imaginaba que el vecino Osborne, que vivía en una modesta casa de estuco en una calle sin salida, pudiera dejar tal herencia.
“Era un hombre muy reservado, nadie lo conocía muy bien”, relató al canal Bay News 9 John Sikorra.
Osborne murió en septiembre y ni siquiera se ofició un funeral en su recuerdo.
“Parecía todo un señor, cada vez que lo vi era amigable, saludaba y sonreía”, recordó a u canal local de ABC Al Korn, otro vecino.
El alcalde ya ha advertido de que se tomará un tiempo para planificar en que invertir la herencia de Osborne, pero ya tiene ideas: comprar el campo de golf de la localidad para protegerlo de los especuladores, subir los sueldos a los empleados municipales y mejorar las infraestructuras.
“Debía de saber que (en el Ayuntamiento) estamos trabajando en el buen camino”, subrayó el alcalde ante tan generosa donación.