El presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, en su calidad de comandante general de las Fuerzas Armadas, soldados, oficiales y centenares de feligreses asistieron a la misa especial para rendir homenaje a la virgen de Suyapa, cuyo día se conmemora el 3 de febrero.
El religioso subrayó que “no es secreto que Honduras necesita ciudadanos no armados” y señaló que “la violencia no constituye una respuesta justa y es inaceptable para la solución de los problemas” .
Pineda indicó que la acumulación de armas o su comercio “debe juzgarse a la luz de una normativa nacional en materia de no proliferación, no comercio y no aumento en el uso de las armas” .
Exhortó al Gobierno que preside Hernández a que tome medidas para “controlar la acumulación, venta y tráfico de armas” y evitar su distribución a personas ajenas a las fuerzas de seguridad.
La Ley de Control de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y Materiales Relacionados permite tener hasta cinco armas por persona, con los 18 años como edad mínima para adquirirlas.
El religioso insistió en que Honduras necesita “paz y reconciliación en la familia hondureña” y añadió que “los conflictos ideológicos y la violencia” se deben solucionar “con una reflexión profunda, leal y valiente”.
También remarcó que la “paz es mucho más que la ausencia de guerra, es respetar la vida, la fecundidad, el bienestar” y destacó que “si hay justicia social, habrá paz verdadera” .
Honduras es considerado uno de los países más violentos del mundo con 83 homicidios por cien mil habitantes en el 2013, según datos del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de la nación centroamericana.
Miles de hondureños comenzaron a llegar esta semana en romería hasta el santuario de Suyapa, en el extremo oriental de Tegucigalpa, para venerar a la diminuta imagen, que tiene conferido el grado de capitana de las Fuerzas Armadas del país centroamericano.
La virgen de Suyapa es una estatuilla de seis centímetros de alto tallada en madera de cedro, que fue hallada, según apuntes históricos, por los campesinos Alejandro Colíndres y Lorenzo Martínez el 3 de febrero de 1747.
Desde hace unos 19 años, el 2 de febrero se celebra una alborada con la participación de artistas nacionales, y a la que asisten altas autoridades religiosas, políticos, empresarios y diversos sectores sociales.