En el último momento, las autoridades evitaron el fusilamiento de la filipina Mary Jane Veloso, también sentenciada a la pena capital, horas después de que la mujer que la contrató para transportar droga se entregara a la Policía en Filipinas.
Un décimo recluso, el francés Serge Atlaoui, no recibió la notificación porque está pendiente de un recurso de apelación.
La familia y el Gobierno brasileño habían alegado que Gularte padecía esquizofrenia, por lo que según las leyes indonesias no podía ser ejecutado, pero las autoridades decidieron aplicar de todas formas la pena capital.
El brasileño fue arrestado en 2004 por llevar seis kilogramos de cocaína en varias tablas de surf.
Mary Jane Veloso no fue ejecutada porque a última hora se entregó la mujer que la habría contratado para el traslado de droga.
Junto con Gularte, fueron ajusticiados los australianos Andrew Chan y Myuran Sukumaran, el ghanés Martin Anderson, el indonesio Zainal Abidin y los nigerianos Raheem Agbaje, Silvester Obiekwe Nwaolise y Okwudili Oyatanze.
Fracasó ofensiva diplomática para salvarlos
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon; el primer ministro de Australia, Tony Abbott, y la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, entre otros gobiernos y organizaciones internacionales, habían pedido clemencia para los condenados.
Sin embargo, el Gobierno indonesio del presidente Joko Widodo rechazó las peticiones, al tiempo que pidió que se respeten sus leyes y defendió el uso de la pena capital como medida disuasoria en la lucha contra el tráfico de drogas.
El pasado enero, Indonesia fusiló a otros seis prisioneros, incluido el brasileño Marco Archer Cardoso Moreira, lo que causó una crisis diplomática en la que intervino la presidenta brasileña, Dilma Rousseff.
Indonesia, que reanudó las ejecuciones en 2013 después de cinco años de tregua, tiene a más de un centenar de prisioneros en el corredor de la muerte por narcotráfico, terrorismo y otros delitos.
Además de Gularte, las autoridades ajusticiarán a dos reos australianos, una filipina, tres nigerianos, un ghanés y un indonesio en la prisión de la isla de Nusakambangan, situada en el sur de Java, a unos 830 kilómetros al sureste de Yakarta.
Se despiden de familiares
Los presos pudieron despedirse durante el día de sus familiares, mientras las autoridades realizaban los preparativos y llegaban las ambulancias y los ataúdes.
Australia advierte
La ministra de Asuntos Exteriores de Australia, Julie Bishop, advirtió hoy al Gobierno de Indonesia de que habrá consecuencias si sigue adelante con la ejecución de dos australianos condenados a muerte en el país asiático por narcotráfico.
“Por su puesto que habrá consecuencias, pero no quiero entrar en detalles” , declaró Bishop en un programa de la cadena de televisión ABC.
La jefa de la diplomacia australiana se mostró molesta por el trato recibido por los familiares de Myuran Sukumaran y Andrew Chan, los dos nacionales que esperan en el corredor de la muerte en la penitenciaría de la isla de Nusakambangan, en Java central.
“Estoy obviamente muy molesta por alguno de los aspectos como se ha llevado este asunto. Creo que el proceso espantoso por el que han tenido que pasar las familias (de los condenados) pone de manifiesto lo caótico que está siendo (todo el proceso)” , indicó Bishop.
Sukumaran y Chan fueron sentenciados a morir en 2006 como líderes de una banda de narcotraficantes llamada “Los 9 de Bali”, que intentó en 2005 introducir en Australia ocho kilos de heroína desde la isla de Bali.