El martes, las calles más cercanas al cauce del río Huaycoloro, que habitualmente está seco, resultaron cubiertas de lodo, que ingresó hasta las viviendas y destruyó las pertenencias y las herramientas de trabajo de muchas familias en el barrio populoso de Campoy, en San Juan de Lurigancho.
Similar situación se presentó en el distrito rural de Huachipa, donde los pobladores se quejaron hoy de la falta de apoyo de las autoridades y señalaron que han tenido que organizarse para afrontar la emergencia.
Las aguas y el lodo llegaron incluso hasta el jirón Trujillo, ubicado a escasas cuadras de la plaza de Armas de Lima, en el distrito del Rímac.
Ante la emergencia, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) informó hoy que instalará un puente modular para restablecer el tránsito en la autopista Ramiro Prialé, que fue afectada por el desborde del río.
“El daño más grave ocurrió en el puente que va de Chosica a Lima, pues se desprendió totalmente de su eje. Ahora estamos evaluando el puente mellizo, de Lima a Chosica, para definir si puede reabrirse al tránsito o no” , explicó el ministro de Transportes, Martín Vizcarra.
Según informaron los especialistas del MTC, el puente que cruza el río Huaycoloro se construyó en los años 80 y, tras las primeras evaluaciones, presentaba irregularidades, ya que solo se encontraba superpuesto y no anclado en cada uno de los lados.
El ministro Vizcarra visitó a familias damnificadas en los alrededores de la zona de Rivera Huachipa, quienes estaban a la espera de ayuda humanitaria y el avance de los trabajos de limpieza en sus viviendas.
Las nuevas lluvias caídas el martes en las zonas altas de Lima provocaron el desborde del Huaycoloro, un barranco habitualmente seco que desemboca en el río Rímac, y cuya inundación esparció el agua por las calles limeñas hasta anegar la autopista Ramiro Prialé, que quedó cerrada al tráfico.
Otro deslizamiento de lodo y piedras, conocido en Perú con el término quechua “huaico” , bloqueó la Carretera Central a la altura del kilómetro 47, situado en la zona conocida como Cocachacra, donde en las semanas anteriores ya hubo otros eventos similares.
El incremento de las lluvias y las riadas originadas entre los cerros secos y sin vegetación cercanos a Lima han causado un considerable aumento del caudal del río Rímac, que recorre el centro de la capital hasta llegar al puerto del Callao.
Lima afronta uno de los veranos más calurosos de las últimas dos décadas, ya que hasta el momento se han registrado temperaturas máximas de 32,4 grados celsius y mínimas de 24,7 grados celsius.