El asalto llega después de que cinco oficiales iraquíes, entre ellos un general, y 10 soldados murieran el sábado durante una operación contra militantes en la provincia de Anbar, de mayoría sunnita.
Unas fotografías aéreas y otra información apuntan a “la llegada de armas y equipamiento avanzado desde Siria al desierto de la occidental Anbar y la frontera la provincia de Nineveh”, dijo.
Askari dijo el domingo que la guerra civil en la vecina siria estaba trasladando la violencia a Irak.
Esto ha animado a los militantes vinculado a Al Qaeda a “resucitar algunos de sus campamentos que fueron eliminados por las fuerzas de seguridad en el 2008 y el 2009”, dijo Askari.
“Las fotografías y la información de la inteligencia indican que siempre que se presiona a grupos armados en Siria, se retiran a Irak… para reagruparse y después llevar a cabo operaciones terroristas en los dos países”, dijo Askari.
La violencia en Irak ha alcanzado unos niveles que no se veían desde 2008. Más de seis mil 650 personas perecieron desde el comienzo del año, según un balance compilado con base a las cifras dadas por fuentes de seguridad y médicas.