La minoría yazidí, considerada herética por los yihadistas, se ha visto particularmente atacada por este grupo, que el año pasado conquistó grandes extensiones de territorio iraquí.
El grupo controló durante un tiempo las inmediaciones del monte Sinjar (norte), tierra de yazidíes, donde sus combatientes ejecutaron a varios hombres y secuestraron a cientos, e incluso miles de mujeres, vendiéndolas como esposas a los yihadistas o reduciéndolas a la condición de esclavas sexuales, según Amnistía Internacinal (AI).
El EI ha cometido múltiples atrocidades en las regiones bajo su control, en Irak y en el conflicto de la vecina Siria, donde el grupo se ha implicado desde 2013.
Las Ongés y la ONU han acusado a la organización ultrarradical de limpieza étnica y de crímenes contra la humanidad.