En su carta de dimisión, Schabas niega rotundamente las acusaciones israelíes de ser propalestino y asegura que dimitía para evitar que la investigación, encargada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, se viese comprometida. “En estas circunstancias y con gran pesar, creo que el mejor servicio que puedo hacer al importante trabajo de la comisión es dimitir con efecto inmediato”, ha escrito.
El presidente del Consejo de Derechos Humanos, Joachim Rücker, ha aceptado su renuncia y ha asegurado que “de esta manera se evita un aparente conflicto de intereses” y “se preserva la integridad del proceso”, ha dicho su portavoz, Rolando Gómez.
Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha aprovechado la marcha de Schabas para instar al abandono de toda la investigación del Consejo de Derechos Humanos, que ha calificado de comisión “parcial” y “antiisraelí”. “Este es el mismo consejo que en 2014 tomó más decisiones contra Israel que contra Irán, Siria y Corea del Norte juntos”, ha asegurado en un comunicado el primer ministro, quien busca revalidar su cargo en las elecciones legislativas anticipadas del próximo 17 de marzo.
Asimismo, el ministro de Relaciones Exteriores, el ultranacionalista Avigdor Lieberman, ha dicho que la dimisión de Schabas no cambiará nada del resultado de la investigación, porque este se redactó “con anterioridad” con el objetivo de “atacar” a Israel.
Los palestinos han denunciado, por su parte, que la dimisión del jefe de la comisión de investigación es un nuevo intento de “intimidación” de Israel para mantenerse “por encima de la ley”.
Tras desechar que el verdadero motivo de la marcha fuera el informe jurídico redactado por Schabas para la OLP, una de las dirigentes de esta organización, Hanan Ashrawi, ha explicado a la AFP que “la verdadera razón” es que “Israel tiene la costumbre de utilizar todo lo que está en su mano para atacar, difamar y desacreditar a quienes investigan sus acciones para evitar rendir cuentas”.
Los palestinos esperan especialmente el resultado de esta investigación de la ONU en el marco de su actual ofensiva diplomática para llevar el conflicto entre israelíes y palestinos ante la Corte Penal Internacional, organismo al que se adhirieron recientemente.
– Tormentosas relaciones –
Israel mantiene desde hace tiempo malas relaciones con este Consejo de las Naciones Unidas.
En enero de 2012, se convirtió en el primer país en rechazar una revisión periódica de su historial de derechos humanos. Y, dos meses después, cortó las relaciones con el consejo por su intención de determinar si las colonias judías en los territorios ocupados dañaban los derechos de los palestinos. En noviembre, el Gobierno israelí anunció su intención de no cooperar con la investigación de Schabas, al denunciar la “obsesiva hostilidad contra Israel” de la comisión.
Gómez aseguró que la comisión, cuyos resultados deberían presentarse al consejo el próximo mes, se encuentra “en la fase final de colecta de pruebas” e instó al nombramiento de un nuevo presidente como muy pronto el martes.
La ofensiva israelí en la Franja de Gaza, enclave controlado por el movimiento islamista palestino Hamas, dejó en julio y agosto más de dos mil 140 palestinos muertos, en su gran mayoría civiles, y 73 fallecidos del lado israelí, casi todos soldados. El Consejo de Derechos Humanos dijo en agosto que tanto Israel como Haaás serían objeto de la investigación. Aunque Hamas se felicitó por ella, Israel se ha quejado en repetidas ocasiones al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, de una supuesta parcialidad de la investigación.