Puede ser condenada a un año de prisión. El caso, además, da munición contra la alcaldesa Carmena, que en alianza con Podemos puso fin en junio del 2015 a 24 años de gobiernos municipales de derechas en manos del Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy.
La gestión de Carmena ha sido objeto de polémica desde el inicio, cuando salieron a la luz unos tuits ofensivos con judíos y víctimas del terrorismo escritos años atrás por uno de sus concejales.
Las últimas controversias vienen de la mano de una obra de títeres patrocinada por el ayuntamiento en la que aparecía una pancarta que hacía presuntamente apología del terrorismo y por la retirada de las calles de Madrid de placas y monumentos relacionados con la dictadura franquista (1939-1975).
Fueron cinco minutos hace cinco años, lamentó el jueves la portavoz del ayuntamiento de Carmena ante el tribunal. “Si eso ofendió a alguna persona, no tengo reparo en lamentarlo y pedir disculpas”, manifestó Maestre (Madrid, 1988). “Vistas las consecuencias”, dijo, “nadie volvería a hacer una cosa así”.
La irrupción en la capilla de la facultad, en la que participaron entre 20 y 30 personas, tenía como objetivo reivindicar la aconfesionalidad en la Universidad Complutense, explicó.
La fiscalía sostiene que era ofender los sentimientos religiosos de quienes estaban en el recinto católico y recoge en un informe frases que gritó el grupo. “Vamos a quemar la Conferencia Episcopal”, “Menos rosarios y más bolas chinas” y “Sacad vuestros rosarios de nuestros ovarios” son algunas de ellas.
El arzobispo de Madrid, sin embargo, disculpó a Maestre tras una reunión en la que hace unas semanas le pidió perdón: “Uno entiende que, a veces, a una edad determinada todos hacemos cosas que después descubrimos que no debieran hacerse así o que deberíamos respetar otras cosas”, dijo Carlos Osorio.
Pero la declaración del que era el capellán del recinto no benefició nada a la joven portavoz. La situó como líder de la protesta, aunque ella asegura que se unió espontáneamente a ella.
“Me empujaron. Yo me resistía. Pero hubo un momento en el que me tuve que retirar, porque ya no había manera de dialogar”, dijo el sacerdote ante la mirada de Maestre, con la que entonces iba a clase, ya que también estudiaba Ciencias Políticas.
Una testigo relató cómo varias personas rodearon el altar y varias mujeres se quitaron la camiseta. “Otras también el sujetador”, dijo. “Dos de ellas se besaron frente al altar”. El grupo llevaba una imagen del papa Benedicto y una cruz nazi.
Aunque Maestre fuera condenada a un año de prisión, la misma pena que pide la fiscalía para el compañero de universidad con el que fue juzgada, no entraría en la cárcel porque es inferior a dos años y no tiene antecedentes. Pero podría costarle la portavocía del ayuntamiento y el acta de concejal. La presión para que dimita ha sido grande ya desde su imputación.
El acto “quizá estuviera más justificado en una mezquita”, llegó a decir la líder del PP en el ayuntamiento, Esperanza Aguirre.
Maestre también ha recibido apoyo, empezando por la alcaldesa Carmena. Fue un “acto de libertad de expresión y reivindicación feminista”, la defendió. El jueves también lo hizo el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que fue su profesor en la facultad de Ciencias Políticas. “Rita Maestre fue un ejemplo y espero que siga siendo la portavoz del Ayuntamiento de Madrid”, manifestó el político.