Durante el momento de mayor despliegue, las tropas estadounidenses alcanzaron los dos mil 800 efectivos, especialmente operando en Liberia, así como en Senegal.
En este lapso, los soldados han llevado a cabo misiones de apoyo en la lucha contra la epidemia, “construyendo unidades de tratamiento de ébola, formando a cientos de personas de la sanidad local e internacional y aportando un apoyo logístico a los trabajadores humanitarios”, destacó Kirby.
“Para apoyar a los 10 mil civiles que permanecen en el terreno en África Occidental, el ministerio de Defensa dejará importantes equipamientos” que podrán ayudar a luchar contra la reaparición de la epidemia en el futuro, precisó el portavoz.
Además, un centenar de militares estadounidenses “mantendrán una presencia continua” en el lugar después del 30 de abril para continuar apoyando el dispositivo puesto en marcha para luchar contra la fiebre hemorrágica.
El balance de la epidemia de ébola se incrementó nuevamente a principios de febrero en los tres países de África Occidental más afectados -Liberia, Guinea y Sierra Leona-, superando la barrera de los nueve mil muertos, según las cifras publicadas el viernes en Ginebra por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Pero, según la OMS, la epidemia se encuentra bajo control en Liberia, el país donde fueron desplegados la mayor parte de los militares estadounidenses. La fiebre mató a tres mil 746 personas en ese país, según la misma fuente.