El joven admitió que cometió el crimen en defensa de su hermano menor, de 12 años, a quien su padre quería abusar. Asimismo, comentó que ambos estaban cansados de ser golpeados.
El adolescente, acompañado de su hermano menor, se entregó el martes 10 de agosto a la Comisaría 2 de esta ciudad localizada en la provincia del Chubut después de cometer el asesinato.
Luego de esto, las autoridades locales se dirigieron a la vivienda de la familia, donde el cuerpo del padre de los menores fue encontrado con un cuchillo de cocina de aproximadamente 20 centímetros clavado en el esternón.
Durante la investigación del homicidio, los vecinos del sector informaron a las autoridades que el hombre asesinado, cuya identidad es confidencial debido a que este caso involucra a dos menores de edad, estaba desempleado y se la pasaba bebiendo todo el día.
“Había estado preso por otro abuso y logró la libertad condicional, beneficio a la que la fiscalía se opuso. Los chicos vivían un infierno. Comían salteado y no estudiaban”, relataron fuentes cercanas al caso al diario Clarín.
Asimismo, estas personas definieron al padre de los menores como un “abusador y violento”.
Por su parte, la madre de los menores abandonó el hogar hace varios años y regresó a su provincia natal. Los investigadores del caso no descartan que esta decisión haya sido por violencia de género durante su matrimonio.
Luego de este suceso, la fiscalía decidió no imputar al adolescente ya que consideraron sus acciones como legítima defensa.
“Cuando llegaron a la comisaría y confesaron que habían matado al padre dijeron que estaban cansados de ser golpeados”, comentaron los investigadores.
Según los encargados del caso, fue el hermano mayor el que contó a las autoridades lo que había sucedido con su padre.
“Lo maté yo porque quería abusar de mi hermanito”, confesó el adolescente de 16 años.
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Las fuentes del caso también detallaron lo que sucedió después del asesinato y la manera en que ambos menores se comportaron.
Estaban tranquilos, sin la apariencia de haber ingerido ninguna sustancia. Es más, antes de llegar a la comisaría cerraron la puerta de la casa con llave y caminaron las seis cuadras que los separa de la seccional segunda”, detallaron.
Luego de confesar lo sucedido, el joven de 16 años quedó provisionalmente detenido y el niño de 12 años recibió atención de personal de asistencia a la víctima.