Si bien esta absorción masiva de calor ha permitido limitar el calentamiento de la atmósfera, de una manera global, podría convertirse en una bomba de efecto retardado, que perturbará al clima en el futuro.
“Es un beneficio muy relativo”, estima John Shepherd, investigador de la universidad de Southampton (Reino Unido).
Esto, puesto que el calor almacenado en las superficies oceánicas podría modificar la circulación de las corrientes marinas y atmosféricas, y así crear una nueva perturbación en el sistema climático, explicó.
Ciclo
Pero, si parte del calor captado por los océanos fuera restituido a la atmósfera, por las corrientes profundas que remontan hacia la superficie, esto acentuaría el calentamiento climático y sus efectos perturbadores.
Los autores de este estudio afirman que un tercio del calor acumulado por los océanos se encuentra en las profundidades, a más de 700 metros.
Para Matt Palmer, de los servicios meteorológicos británicos (Met office), este estudio “demuestra que las señales de calentamiento climático se refuerzan con el tiempo, y esto puede advertirse, inclusive, en la gran profundidad oceánica”.