“Tienen la incertidumbre de que lo que tienen en casa no son las cenizas del familiar” , comentó el fiscal. “Quieren ver si es uno de los cuerpos que están ahorita en la fiscalía regional” , añadió.
Godínez refirió el caso de un hombre que se acercó a la fiscalía con una fotografía que circulaba en las redes sociales y en la que creía ver su esposa por un vestido con flores y una pañoleta en la cabeza. Agregó que el hombre les comentó que “la entregué yo para que la cremara” y luego se soltó a llorar.
Tras recibir una llamada anónima las autoridades de Guerrero localizaron la noche del jueves recién pasado los cadáveres en el crematorio abandonado en una carretera cercana al puerto turístico de Acapulco. Los cuerpos estaban “perfectamente embalsamados” y había mujeres, hombres y niños.
Horas después del hallazgo las autoridades dijeron que la principal hipótesis es que se trata de un presunto fraude y no de hechos relacionados con el crimen organizado, es decir, que no cremaron los cuerpos como supuestamente tendrían que haberlo hecho.
Los cadáveres pertenecen a personas que habrían muerto en un periodo de entre seis meses y dos años. Godínez dijo que el crematorio dejó de operar hace un año y había dejado de pagar impuestos hace tres.
Guerrero, estado al sur de México donde se encuentra Acapulco, ha captado la atención pública por la desaparición de 43 estudiantes de magisterio en septiembre en la ciudad de Iguala.
Hasta ahora, sin embargo, no hay ninguna relación entre el caso de los estudiantes y el hallazgo de los cuerpos del crematorio.