Los turistas serán trasladados de manera gratuita a diferentes puntos del país en aviones de las Fuerzas Armadas y de líneas aéreas comerciales.
Odile, reducida a tormenta tropical, golpeó fuertemente el domingo por la noche el balneario de Los Cabos, dejando casi incomunicado a este centro turístico (238 mil habitantes).
Unos 30 mil turistas, 26 mild e ellos extranjeros y cuatro mil nacionales, estaban en hoteles de la zona cuando Odile tocó tierra como huracán en la noche del domingo al lunes.
Autoridades de protección civil informaron que el huracán no dejó hasta ahora pérdidas humanas, aunque los daños materiales son cuantiosos.
– Pistas inundadas y aviones dañados
Los aeropuertos de Los Cabos y de la cercana ciudad de La Paz (252 mil habitantes) fueron cerrados por los graves daños que sufrieron.
En Los Cabos algunas áreas de la terminal aérea se inundaron, las ventanas se rompieron, se cortó la energía eléctrica y al menos un techo colapsó.
“Cuando el huracán pegó con todo, como a la media noche, se cortó la luz (en el aeropuerto), los ventanales se estrellaron, el plafón colapsó y unas computadoras explotaron“, dijo Mariana Pérez, una ingeniera de 26 años.
Junto a ella, una cincuentena de personas -entre ellas una anciana de 94 años y un bebé- pasaron la noche en el aeropuerto, con el agua hasta los tobillos.
Al menos una aeronave quedó volcada sobre la pista y un muro de la torre de control se derrumbó.
Turistas, periodistas y el personal que realiza las labores de rescate se encuentran incomunicados, sin servicio de telefonía.
– Aeropuerto capitalino cierra por desfile militar
Los hoteles habilitados están saturados y carecen de energía eléctrica y agua potable, mientras que los turistas tratan de averiguar como salir, sin saber a quien acudir para obtener información sobre el puente aéreo anunciado.
Las estaciones de gasolina se encuentran inhabilitadas y hasta la mañana del martes la presencia de militares y policías federales en la zona del desastre era casi inexistente.
La tradicional parada militar que se celebra este martes, con motivo de la conmemoración de independencia de México, obligó al cierre del aeropuerto de la Ciudad de México para permitir que aviones militares utilizaran el espacio aéreo.
El presidente Enrique Peña Nieto se trasladará al término del desfile militar al centro vacacional de Los Cabos para verificar los daños, dijo de su lado un funcionario de la presidencia de la República.
Odile, que golpeó la península primero con la fuerza de un huracán de categoría 3 con vientos de 205 km por hora, avanzaba la mañana del martes a 17 km/h y se encontraba a 100 km de la Bahía de Los Ángeles.
La tormenta tropical se desplazaba con vientos máximos de 95 km/h y rachas de 110 km/h, informó la oficial Comisión Nacional del Agua.
Este martes, también en el Pacífico, se formó la tormenta tropical Polo, que se encontraba a 450 km al sur-sureste del balneario de Puerto Escondido, en Oaxaca (sur).
Hace un año, justo en las fiestas patrias, México sufrió el azote simultáneo de los huracanes Ingrid (en el Golfo de México) y Manuel (en la costa del Pacífico), que dejaron 157 muertos y al menos 1.7 millones de damnificados.