Las personas que estaban en la fiesta celebraban un cumpleaños. Cuatro de las víctimas quedaron muertas en la calle y una más dentro de la casa, mientras que los seis lesionados fueron trasladados a un hospital en una ambulancia, así como en autos particulares y hasta en un autobús de transporte público que pasaba por el lugar.
Durante el ataque, que se registró en el barrio de Felipe de Ángeles ubicado al lado del río Bravo, los agresores incendiaron con bombas molotov cuatro automóviles que estaban afuera del domicilio.
El comandante señaló que los responsables huyeron a bordo de tres vehículos.
Ciudad Juárez (1.300.000 habitantes) había dejado de ver estas aterradoras escenas que entre el 2008 y el 2012 convirtieron esta localidad, fronteriza con la estadounidense El Paso, en la más violenta de ese país por la cruenta guerra que libraron los carteles de Sinaloa y de Juárez, este último ahora debilitado.
A mediados de enero el presidente Enrique Peña Nieto visitó esta ciudad fronteriza, donde destacó que en los dos años de su gobierno los homicidios se redujeron 50% en Ciudad Juárez.
La estrategia militarizada contra los carteles del narcotráfico y las disputas del crimen organizado dejaron desde diciembre del 2006 en ese país más de 80 mil muertos y más de 20 mil desaparecidos.