Internacional

Miles marchan en Europa contra reforma española sobre ley de aborto

Miles de personas, al grito de "aborto libre", acogieron el sábado en Madrid el Tren de la Libertad  proveniente del norte de España con decenas de mujeres opuestas al proyecto de ley gubernamental que reduce drásticamente el derecho al aborto.

Miles ocupan las principales calles de Madrid en rechazo a la reforma de la ley de aborto. (Foto Prensa Libre:AFP)

Miles ocupan las principales calles de Madrid en rechazo a la reforma de la ley de aborto. (Foto Prensa Libre:AFP)

MADRID.- A la llegada del tren a Atocha, el centenar de militantes vestidas con chalecos violetas, convertido en el color de la “marea violeta”  contra la reforma legislativa, se unieron a las personas que las esperaban con pancartas de “Son mis derechos, es mi vida”.

“Yo viajé en un avión a Londres hace 35 años, éramos como terroristas. No quiero que esto vuelva a pasar”, recordó Marisa Vallero, una manifestante de 55 años. “Es una verg enza, es una reivindicación histórica para los derechos de las mujeres”.

También hay  manifestaciones en otros países europeos, como Francia y Gran Bretaña, y latinoamericanos, como Argentina y Ecuador.

El “Tren de la Libertad”  que salió el viernes de Gijón, en la región norteña de Asturias, hizo una escala en Valladolid el viernes.

“Ayer (viernes) fue maravilloso el encuentro con la gente de Valladolid. Había mucha gente para ir a la manifestación”, explicó a bordo del tren Begoña Piñero, portavoz de la asociación feminista asturiana Les Comadres, que ideó este viaje.

Llevando pancartas en las que se podía leer “No a la reforma. PP-Gallardón”  o “Abortar es un derecho. No es un delito”, las pasajeras del tren acompañadas por cientos de personas marcharon hasta las inmediaciones del auditorio donde este fin de semana se celebra la Convención Nacional del gobernante Partido Popular  (PP, derecha) .

“Es una alegría ver que la gente no está dispuesta a quedarse en casa esperando que les quiten sus derechos. Hay otras manifestaciones en Portugal, Escocia y Londres, en París y más sitios, Argentina y Ecuador”, agregó Piñero.

La actual ley, aprobada con el anterior gobierno socialista, autoriza el aborto libre en las primeras 14 semanas de embarazo y hasta las 22 semanas en caso de malformación del feto o peligro para la salud física o psíquica de la madre.

La reforma anula estos plazos y recoge solo dos casos en los que la interrupción del embarazo será legal: violación o “grave peligro”  para la salud física o psíquica de la madre.

Ahora, el convoy llega a Madrid “para decirle al ministro (de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón) que no queremos que nos toque la ley que ya tenemos”  de 2010, indicó Piñero.

Una delegación irá hasta el Congreso de los Diputados para entregar un manifiesto titulado “Derecho a decidir: yo decido”, explicó Puy Zatón, del colectivo “Decidir nos hace libres” , que agrupa a más de 300 asociaciones.

“La maternidad se protege de la siguiente manera: con información, con educación, con una sanidad para todas/os, pudiendo acceder a una formación reglada, al empleo, a la economía, a salarios justos y empleos dignos y a puestos de responsabilidad”, escribe el colectivo en este manifiesto.

“Lo que está en juego ahora es que la mujer va a perder un derecho y que otros van a decidir por ella”, afirmó el doctor Santiago Barambio, de 67 años, director de la clínica Tutor barcelonesa y uno de los “padres”  de la ley del 2010.

 Barambio recuerda su época de estudiante bajo el franquismo cuando estaba de guardia en el hospital y veía llegar a mujeres con complicaciones por abortos clandestinos.

“Vi morir a mujeres y me dije que no permitiría eso, porque había visto el drama de esas mujeres sangrando” , asegura el médico, que recuerda que las mujeres tenían que salir fuera de España para abortar.

“Yo acompañé a una mujer a Inglaterra que era conservadora, pero tenía ya tres hijos y no podía tener un cuarto y en aquel momento no se planteó ni a que votaba ni que religión tenía”, relató  la ginecóloga Isabel Serrano.

Los grupos opuestos a la reforma de la ley del aborto denuncian que su aprobación llevaría de nuevo a las mujeres a tener que salir del país para abortar, como ocurría en España hasta que en 1985 llegó la primera ley del aborto que lo autorizaba en caso de violación, de peligro para la salud física o psíquica de la madre o de malformación del feto.

Aplaudida por la Iglesia Católica española, que la ve como un “avance positivo”, la reforma ha llegado incluso a dividir al partido en el gobierno, en el que varios dirigentes han mostrado sus reticencias al texto legislativo en su forma actual.  

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