“Creemos que un refuerzo (dosis 3) probablemente será necesario este otoño (hemisferio norte), particularmente debido a delta”, señaló la empresa, que ha obtenido datos prometedores de protección con una dosis de 50 microgramos y espera los de otra dosis de 100.
Moderna opinó que “la fuerza de infección incrementada resultante de delta”, la “fatiga” por las acciones de prevención y los “efectos estacionales”, como pasar más tiempo en interiores, “llevarán a un aumento de infecciones irruptivas en personas vacunadas”.
Según el documento, la firma tiene expectativas de que la eficacia del 93 % contra infecciones de covid-19 que se ha comprobado después de la pauta de dos dosis empiece a “decaer” a partir de los seis meses “y eventualmente impacte” esos resultados.
“Dada esta intersección, creemos que una tercera dosis de refuerzo probablemente será necesaria antes del invierno (del hemisferio norte)”, insistió.
Moderna tiene aún en estudio esa tercera dosis de refuerzo, que fue ofrecida con una cantidad de producto de 50 microgramos a un grupo de pacientes seis meses después de recibir la segunda dosis.
Según los primeros datos publicados hoy, los niveles de anticuerpos neutralizadores de covid-19 “habían disminuido de forma significativa antes del refuerzo pasados unos seis meses” en los pacientes.
La tercera dosis “potenció” sus niveles de anticuerpos hasta superar la eficacia obtenida en el ensayo clínico original de la vacuna, y además de forma “similar” entre diferentes grupos de edad, especialmente en adultos mayores de 65 años.
Moderna divulgó hoy unas ganancias de US$4.001 millones hasta junio, con lo que consigue el primer beneficio neto semestral de su historia, gracias a las ventas de su vacuna contra la covid-19, por las que ingresó US$5.900 millones.