Junto al mensaje la organización política salvadoreña publicó una imagen en donde se puede leer que “El Consejo Ejecutivo Nacional y la gran familia de Arena lamentan profundamente el desceso de Francisco Flores”.
https://twitter.com/ARENAOFICIAL/status/693654280398483456
Hospitalizado
El pasado 24 de enero, el expresidente salvadoreño Francisco Flores, quien estaba bajo arresto domiciliario, fue trasladado de urgencia a un hospital privado luego que sufriera un desmayo. “Su estado de salud era delicado”, señalaron sus abogados.
El exmandatario salvadoreño de 56 años, quien padecía una trombosis en una de sus piernas, ya había sido hospitalizado de urgencia el pasado 22 de diciembre tras sufrir una hemorragia interna.
Un día después Édgar Morales Joya, uno de los abogados del exmandatario se encontraba en el hospital privado ubicado en un sector del oeste de San Salvador aseguró: “Su salud presenta un estado crítico, bastante serio, bastante severo”.
“Él está siendo tratado como un paciente en estado crítico. Lo único que les vamos a informar definitivamente es sobre ese resultado de salud, pero esto no tiene que ver con situaciones jurídicas” , enfatizó el jurista.
Ese mismo día se reveló que Francisco Flores había entrado en estado de coma debido a que sufrió un derrame cerebral a consecuencia de un coágulo, pese a que había sido intervenido quirúrgicamente de emergencia para intentar desbloquear una arteria.
En los días siguientes el estado de salud del expresidente no mejoró, algunos de sus simpatizantes realizaron vigilias para orar para su recuperación y se anunció que el Instituto Forense de El Salvador evaluaría su estado de salud.
Señalamientos
Francisco Flores, quien se encontraba bajo arresto domiciliario en su residencia en la exclusiva colonia San Benito, se encontraba a la espera de una vista pública para ser juzgado por los delitos de peculado, enriquecimiento ilícito y desobediencia a particulares.
Según la fiscalía salvadoreña Francisco Flores habría desviado más de US$15 millones donados por el gobierno de Taiwán para ayudar a los damnificados de los terremotos de 2001, que nunca recibieron el dinero.
Durante el juicio el tribunal dictaminó que 10 millones de dólares se desviaron a cuentas del partido Alianza Republicana Nacionalista y para beneficio propio durante su periodo de Gobierno.