Internacional

Mueren un fotógrafo y un paramilitar pese a la tregua en el este de Ucrania

Un fotógrafo y un paramilitar ucranianos murieron el sábado en el este separatista prorruso pese al frágil alto el fuego que sigue vigente, en medio de temores de una nueva escalada.

El conflicto en Ucrania persiste pese a los llamados a una tregua de los líderes mundiales.  (Foto Prensa Libre: AP)

El conflicto en Ucrania persiste pese a los llamados a una tregua de los líderes mundiales. (Foto Prensa Libre: AP)

El fotógrafo del diario ucraniano Segodnia, Serguii Nikolayev y un combatiente del grupo nacionalista paramilitar Pravy Sektor murieron en Piski, ciudad cercana a las ruinas del aeropuerto de Donetsk, indicó un combatiente de dicho grupo presente en el lugar. La redacción del diario confirmó la muerte de su fotógrafo.

El ejército ucraniano registró, sin embargo, una “baja considerable (del número) de disparos” en la madrugada del sábado, pese a que el viernes murieron tres soldados ucranianos cerca del aeropuerto de Donetsk en un ataque de los rebeldes apoyados por tanques y morteros. El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, calificó el ataque de “grave atentado al alto el fuego” en vigor desde el 15 de febrero, en una entrevista telefónica con la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel. La canciller es garante junto con el presidente francés, François Hollande, de los acuerdos de paz firmados en Minsk el 12 de febrero en presencia del presidente ruso, Vladimir Putin.

 

Heidi Tagliavini, presidenta del grupo de contacto sobre Ucrania de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), estimó el viernes ante el Consejo de Seguridad de la ONU que el conflicto ucraniano está en “una encrucijada con el riesgo de una nueva escalada”.

Ucrania, “dispuesta a defender” Mariupol

El portavoz militar ucraniano Andrii Lyssenko, dijo que hubo enfrentamientos entre las fuerzas ucranianas y los rebeldes en los alrededores del aeropuerto de Donestsk en las últimas 24 horas, en los que resultaron heridos tres militares ucranianos. Según Lyssenko, unos drones “enemigos” sobrevolaron en cinco ocasiones la zona entre el puerto estratégico de Mariupol y Crimea, península ucraniana anexada a Rusia hace un año.

Las autoridades ucranianas temen una ofensiva contra Mariupol, dada la concentración de fuerzas enemigas. La toma de ese puerto sería una etapa clave para crear un puente terrestre entre Rusia y Crimea, que, aunque anexada, sigue dependiendo de Ucrania para los suministros de agua y electricidad.

Aunque el ministro ucraniano de Defensa, Stepan Poltorak, aseguró que “la ciudad está bien protegida y tenemos suficientes fuerzas y medios para defender Mariupol”.

 

En Washington, la Casa Blanca anunció que el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, habló por teléfono este sábado con Poroshenko. El presidente ucraniano informó a Biden de que “prosiguen los disparos de armas pesadas en en torno a Donetsk y Mariupol por los separatistas apoyados por Rusia y de nuevas víctimas entre los militares ucranianos”, según las declaraciones de la Casa Blanca.

Tanto Ucrania como los occidentales acusan a Rusia de armar a la rebelión separatista prorrusa y de desplegar fuerzas regulares en el este de Ucrania, lo que refuta Moscú. De hecho, el presidente ucraniano considera que el asesinato de Boris Nemtsov, virulento opositor del Kremlin y que poco antes de morir instó a los rusos a manifestarse este domingo contra la “agresión de Putin a Ucrania”, “no es casualidad”. “Era un puente entre Ucrania y Rusia y este puente ha sido destruido por los disparos de un asesino. Creo que no es casualidad”, dijo Poroshenko en su cuenta de Facebook. El presidente ucraniano asegura que Nemtsov se disponía a hacer “públicas las pruebas de la participación de tropas rusas en el conflicto ucraniano”. “Alguien tuvo mucho miedo por ello”, declaró a la prensa.

Debido al conflicto, 4,7 millones de personas en territorio separatista, en las zonas de combate o cerca, necesitan ayuda humanitaria, declaró en Bruselas Neal Walker, el coordinador para la ayuda humanitaria de la ONU en Ucrania. Walker habló de “una situación muy sombría”. “Realmente, hay una crisis humanitaria en las zonas en manos de los separatistas”, declaró. En diez meses, el conflicto ha dejado 5.800 muertos, 300.000 desplazados en el interior del país y un millón en el extranjero, según la ONU.

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