El Norte lanzó sobre el mar de Japón cuatro misiles de mediano alcance, entre 300 y 800 kilómetros, por lo tanto capaces de alcanzar cualquier objetivo en el Sur.
Este episodio tuvo lugar tres días después del comienzo de las maniobras militares conjuntas surcoreanas y estadounidenses, a las que Pyongyang se opone rotundamente.
“Con los ejercicios en curso, vemos los lanzamientos de misiles como un acto provocativo calculado”, declaró ante la prensa el portavoz del Ministerio de Defensa surcoreano, Kim Min-Seok.