Sin dar detalles de esta ofensiva militar a gran escala contra Boko Haram, el jefe del Estado autorizó a las fuerzas de seguridad a emplear “todos los medios necesarios” para cumplir este objetivo y librar al país de los “matones“.
Además, Jonathan descartó la negociación como vía para alcanzar la paz, pese a que el grupo armado condicionó la liberación de las más de 200 menores retenidas desde hace 45 días a la excarcelación de fundamentalistas presos en las cárceles del país.
Boko Haram, incluido por el Consejo de Seguridad de la ONU en su lista de grupos vinculados con la red terrorista Al Qaeda, intensificó recientemente sus ataques en las zonas rurales del estado norteño de Borno, donde durante los últimos días cometió acciones casi a diario.
En poco más de una semana, cerca de 300 personas murieron en varios asaltos perpetrados supuestamente por miembros de la milicia radical, que lucha por imponer un Estado islámico en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiana en el sur.
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