Unas horas antes, un misil segó la vida de diez personas, entre ellas ocho niños, e hirió a por lo menos 46 en el campo de refugiados de Shati, en la Franja de Gaza, según fuentes médicas.
Las fuentes médicas palestinas y testigos presenciales atribuyeron la matanza de Shati a un misil israelí, aunque el ejército israelí aseguró que se trataba de un disparo fallido de Hamas.
“Un F16 lanzó cinco cohetes hacia una calle en el campo de Shati donde había niños jugando, matando a algunos de ellos e hiriendo a muchos más“, dijo un testigo.
En el hospital de Shifa, un corresponsal vio los cuerpos de al menos siete niños y a muchos otros, ensangrentados, transportados en camillas directamente hasta la morgue.
“No hemos tirado contra el hospital ni contra el campo de refugiados de Shati“, declaró el comandante israelí Arye Shalicar.
“Sabemos que Hamas estaba disparando desde ambas áreas y que los misiles cayeron en esos lugares” , agregó.
El ejército israelí reportó por otro lado la muerte de cinco soldados en combates dentro o cerca de la Franja de Gaza, cuatro de ellos abatidos por un tiro de mortero en la región de Eshkol.
Un informe previo aseguraba que se trataba de civiles.
El ejército israelí aseguró haber abatido a cinco comandos palestinos en un enfrentamiento en el sur del país, aunque el movimiento islamista negó haber sufrido cualquier baja y aseguró haber ultimado a diez soldados del “enemigo sionista“.
La explosión en el campo de refugiados y la muerte de otros diez palestinos en ataques posteriores eleva en todo caso a más de mil 60 el número de palestinos muertos -en su mayoría civiles- desde el inicio el 8 de julio de la operación israelí para poner fin al disparo de cohetes desde Gaza.
Israel sufrió por su lado la pérdida de tres civiles y 48 soldados.
Después del ataque que le costó al vida a cinco de sus militares, Israel urgió a miles de habitantes de las inmediaciones de Ciudad de Gaza a evacuar sus hogares.
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