“Este año, los organizadores también invitaron a su santidad, el Dalai Lama”, dijo la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Bernadette Meehan.
La Casa Blanca subrayó que ambos hombres se han reunido tres veces antes y no anunciaron una “reunión específica” entre ellos.
Además se han sostenido algunas reuniones previas a puerta cerrada, en un gesto pensado para minimizar la ofensa que pueda causarse a China.
El 14° Dalai Lama dejó el Tibet en 1959, después de un fallido levantamiento en contra del mando chino y ha vivido en India, exiliado, desde entonces.
China acusa al Dalai Lama de buscar la separación del Tibet del resto de China y de fomentar un alzamiento en la región.
En su última reunión, en febrero de 2014, la Casa Blanca insistió en que el Dalai Lama fue recibido “como un líder espiritual y cultural de prestigio internacional”, dando a entender que él no fue invitado como líder político.
Tampoco había sido recibido en el prestigioso Salón Oval, reservado para los jefes de Estado y de gobierno extranjero.