En declaraciones a la prensa antes de una reunión de gabinete previa al almuerzo, Obama dijo que él y el Congreso podrían encontrar terreno común en materia de economía y empleos, así como impulsos a la manufactura y las exportaciones.
“En todos estos temas existe una fuerte posibilidad de cooperación bipartidista siempre que dejemos de lado la política por el momento y nos concentremos en la gente que nos envió aquí”, dijo el presidente.
Añadió que tiene y siempre ha tenido la actitud de que “las buenas ideas no provienen necesariamente de un solo partido” .
“Tengo muchos deseos de reunirme con los dirigentes… tener la oportunidad de decirles lo que creo que debemos hacer para aprovechar el actual impulso económico” , dijo Obama. “Pero también me interesa escucharlos, saber en qué terrenos podemos avanzar juntos”.
La reunión anterior entre el presidente y los dirigentes legislativos se realizó bajo condiciones impuestas por Obama. Pero mucho ha cambiado desde entonces.
El presidente del bloque mayoritario del Senado, Harry Reid, un incondicional de Obama, está a punto de perder el control de la Cámara alta. El presidente del bloque republicano, Mitch McConnell, se apresta a asumir el mando sobre una ola de éxitos electorales. El presidente de la Cámara baja, John Boehner, viene con renovados bríos tras ampliar su mayoría, en tanto la dirigente demócrata Nancy Pelosi presidirá un bloque disminuido.