Atrapado en el baño de la aeronave, el piloto golpeó la puerta para llamar la atención. Un pasajero que lo escuchó trató de avisarle al copiloto, quien había quedado solo en la cabina de vuelo.
Nervioso por la prolongada ausencia del piloto, el copiloto se negaba a creerle al pasajero, que le explicaba la situación a través de la puerta de la cabina y tenía un fuerte acento de Medio Oriente, según una fuente anónima del New York Post, que no especificó la nacionalidad o el origen del pasajero.
“El piloto ha desaparecido y hay una persona con un fuerte acento extranjero que intenta entrar en la cabina del piloto”, dijo el copiloto en un hilo de voz a la torre de control del aeropuerto, que debía dar permiso al avión para aterrizar.
“Me dicen que el piloto se quedó encerrado en el baño, y alguien con un fuerte acento extranjero trata de acceder a la cabina”, dijo.
“No estoy listo para dejarlo entrar , dijo, todavía negándose a creer en la honestidad del pasajero.
En tierra, la actitud del controlador de tráfico aéreo que seguía al aparato no fue más tranquilizadora. Le dijo al copiloto que declarara el estado de emergencia y aterrizara el avión rápidamente. Los cazas de la Fuerza Aérea fueron puestos en alerta, pero no llegaron a despegar.
La escena duró varios minutos antes de que el piloto lograra romper la puerta defectuosa y volviera a su puesto en la cabina. El avión finalmente aterrizó normalmente.