No se reportaron vehículos robados en el área, lo que lleva a los investigadores a suponer que los prófugos David Sweat y Richard Matt no están lejos de la cárcel de la que escaparon.
Los perros habían olfateado sus rastros y las autoridades hallaron evidencias de que pudieron haber estado allí.
Más de 800 agentes que inspeccionan el área han expandido su búsqueda hacia el este, a lo largo de la ruta 374 que parte del pueblo de Dannemora, sede de la prisión de Clinton en el norte del estado de Nueva York.
El fiscal del condado de Clinton organizó una conferencia de prensa para el miércoles en la vecina Plattsburgh para informar sobre la búsqueda.
Prisión de máxima seguridad
Sweat y Matt escaparon el 6 de junio de la prisión de máxima seguridad ceca de la frontera canadiense.
Sweat, de 35 años, cumplía una condena a cadena perpetua por la muerte de un policía. Matt, de 48, estaba sentenciado a un mínimo de 25 años por secuestro, tortura y asesinato de su exjefe.
Mientras tanto, la empleada de la prisión acusada de ayudar a los asesinos a fugarse facilitándoles herramientas recibió el martes en la celda la visita de su marido, que también trabaja en la prisión.
La fiscalía dice que Joyce Mitchell, instructora de sastrería en la cárcel que trabó amistad con los presos, había accedido a conducir un automóvil para la fuga, pero se arrepintió a último momento.
El fiscal Andrew Wylie dijo el lunes recién pasado que no había pruebas de que los prófugos tuvieran un plan alternativo después que Mitchell se arrepintió.
Pero el jefe policial Favro opinó que, “aun sin informaciones concretas”, Mitchell era el plan alternativo. Agregó que no se sabrá hasta que atrapen a los fugitivos.