Ante esta situación, y después de que los responsables del zoo advirtieran de que la tigresa podría encontrarse en celo y mostrar agresividad, 12 efectivos de la policía armada (especializada en disturbios) rodearon al animal y lo sacrificaron.
El tigre siberiano, que en el país asiático también es conocido como “tigre del noreste de China”, es de mayor tamaño que otros animales de la especie, tiene un color más claro, en ocasiones blanco, y es uno de los mamíferos en mayor peligro de extinción.
Se estima que sólo hay unos 500 ejemplares en estado salvaje, la mayoría en Rusia.
El año pasado, la muerte de 13 de ellos en un zoo del noreste de China por no tener qué comer llevó a las autoridades del país a prometer mejores condiciones para estos animales en cautividad.