Poroshenko precisó que los ministros de Asuntos Exteriores de los cuatro países ya trabajan en la agenda y proyectos de resolución que se tomarán en a cumbre de la capital kazaja.
El formato de Normandía, que por primera vez desde el vuelco de poder en Kiev logró reunir a Putin y Poroshenko durante la conmemoración el pasado mes de junio del desembarco de las tropas aliadas en el norte de Francia en 1944, busca impulsar el proceso de arreglo pacífico al conflicto en el este de Ucrania.
No obstante, el líder ucraniano aclaró que la cumbre de Astaná no pretende en ningún caso sustituir las negociaciones de Minsk en el formato del llamado Grupo de Contacto (Ucrania, Rusia y la OSCE, que incluye a los separatistas prorrusos).
“En 2015 debemos convertir esta frágil tregua en una paz sólida y restablecer la soberanía de Ucrania“, subrayó Poroshenko en relación al enésimo alto el fuego decretado en el este de Ucrania el 9 de diciembre último.
Sobre los acuerdos alcanzados en las dos primeras rondas de negociaciones en la capital bielorrusa, el pasado mes de septiembre, recalcó que su contenido “no puede ser revisado“.
“Insistiremos en el cumplimiento estricto de los acuerdos de Minsk“, aseveró Poroshenko, que aún sin mencionar a Rusia reiteró que las principales exigencias de Kiev, contempladas en el Protocolo y el Memorándum de Minsk, son “la retirada de las tropas y el restablecimiento (del control) de la frontera” ruso-ucraniana, ahora parcialmente en manos de los separatistas prorrusos.
La reunión en Normandía, celebrada el 6 de junio último, supuso el primer acercamiento entre Poroshenko y Putin y abrió la puerta a una tregua entre los dos bandos enfrentados desde el pasado mes de abril en el este de Ucrania.
Casi cinco mil personas, entre civiles y combatientes, han muerto en el este de Ucrania desde mediados del pasado mes de abril, según la ONU.