Almagro, que compareció durante varias horas ante la Cámara de Senadores, remarcó que, de cerrarse la negociación con Estados Unidos, los reclusos que llegarán son “personas de riesgo mínimo no vinculadas a ningún ataque a Estados Unidos o sus aliados”. “No son terroristas ni delincuentes comunes”, agregó el canciller.
En marzo último, el presidente uruguayo, José Mujica, anunció que recibió un pedido del gobierno de Barack Obama para albergar a reclusos de Guantánamo.
“Si fuera por nosotros traeríamos a los 154 presos que quedan en Guantánamo para cerrar esa cárcel, esa barbarie”, afirmó Almagro.
La decisión de Mujica de recibir a los reclusos es duramente cuestionada por la oposición política uruguaya que pidió conocer más detalles de las negociaciones entre el país y Estados Unidos.
Almagro dijo a los legisladores que algunos aspectos de la negociación deben quedar en reserva, pero afirmó que “Estados Unidos hizo una propuesta de la cual Uruguay rechazó el 80% y aceptó parcialmente dos puntos que nos parecieron convenientes”.
“El resto de las condiciones han sido puestas por Uruguay, como país soberano y que tiene una tradición de (respecto a los) derechos humanos, un país que condena Guantánamo”, añadió el funcionario.
Más de 800 presos han pasado por la cárcel de Guantánamo –situada en una base naval bajo administración estadounidense en Cuba- desde que fue creada en el 2002. Los traslados se aceleraron en los últimos meses, pero aún permanecen allí más de 150 detenidos.
El presidente uruguayo visitará a su par estadounidense, Barack Obama, el 12 de mayo y si bien se desconoce la agenda de la reunión, no está descartado que la situación de los presos de Guantánamo esté sobre la mesa.
