En un comunicado, la pareja expresó su alegría y orgullo por un momento que calificó de “mágico y memorable”, que en su caso tiene “su propio lugar en la historia”, en referencia a su larga batalla legal para poder casarse en un templo de la Cienciología.
“Ha sido una batalla de cinco largos años para lograr una sencilla libertad, el derecho a contraer matrimonio en nuestra propia iglesia, con una ceremonia de acuerdo con los ritos y costumbres de nuestra religión y rodeados de nuestros amigos y familiares” , recogía el comunicado.
Hasta el año pasado, la pareja no había podido inscribirse en el registro de Londres para que la boda fuera reconocida porque, según las leyes británicas, no era un “acto de culto religioso”.
En base a esa legislación, el Tribunal Superior de Londres impidió en diciembre de 2012 su unión matrimonial.
Sin embargo, un año más tarde, el Supremo, máxima instancia judicial británica, les dio la razón y argumentó que la religión “no debe limitarse a las creencias que implican una deidad suprema”.
Los cinco jueces del Supremo señalaron además que la capilla en la que querían contraer matrimonio es un “lugar de reunión para el culto religioso”.
Un portavoz de la Iglesia de la Cienciología comentó que era un “día histórico para la igualdad religiosa y la libertad para todos en el Reino Unido” .
La Iglesia de la Cienciología, fundada en 1952 por el filósofo y humanista Ronald Hubbard, se define como un movimiento religioso que pretende promover el conocimiento introspectivo.