La caza de avutarda hubara, que afeccionan los halconeros del Golfo, está prohíbida porque este pequeño está en peligro de extinción en su ámbito natural. Pero las autoridades paquistaníes emiten en ocasiones permisos especiales que autorizan a estas ricas personalidades la captura de cientos de pájaros en diez días.
“Pero el príncipe mató él solo a mil 977 pájaros y las personas que le acompañaban a 123”, cifró un responsable del ministerio de Bosques, que pidió el anonimato. “Hemos pedido a nuestros superiores jerárquicos poner fin a esta práctica, porque esos pájaros están ya en peligro”, añadió.
Jaffar Baloch, el jefe de los servicios de la fauna en el distrito de Chagai, donde tuvo lugar la controvertida cacería, confirmó que pidió a las autoridades actuar en este caso sensible diplomáticamente, dado que las monarquías del Golfo son importantes inversores en Pakistán y en su frágil economía.