“Hay que reforzar la capacidad militar de las fuerzas nucleares estratégicas, sobre todo con la ayuda de sistemas de misiles capaces de atravesar sistemas de defensa antimisiles existentes o futuros” , dijo el presidente ruso ante cientos de oficiales de sus ejércitos.
El jefe de Estado hizo estas declaraciones tras un año en el que su aviación ha sido clave para facilitar los avances del régimen de Bachar al Asad en Siria, y a pocas semanas de que Donald Trump acceda a la Casa Blanca.
Moscú espera la investidura de Trump el 20 de enero para rebajar las tensiones que mantuvo con la administración de Barack Obama en los dos últimos años, a causa de los conflictos de Ucrania y Siria.
Rusia se muestra preocupada por la instalación en Rumanía y en Polonia de elementos del escudo antimisiles estadounidense, que Moscú denuncia como un intento de reducir su capacidad de disuasión nuclear.
Unas acusaciones desmentidas por Washington, que asegura que el escudo trata de proteger Europa ante una posible amenaza iraní.
El aumento del arsenal nuclear ruso no es una novedad. En junio del 2015, Putin anunció el despliegue de 40 nuevos misiles balísticos intercontinentales, capaces de “atravesar los sistema de defensa antiaérea más sofisticados” , después de que Washington planeara instalar armamento pesado en el este de Europa.
Estados Unidos asegura querer tranquilizar a los países bálticos y otros Estados de Europa del Este, muy preocupados por las intenciones de Moscú desde la anexión de Crimea en 2014.
Pero el aumento de la presencia de la Otán en sus fronteras es percibido como una amenaza por Rusia.
Putin acusó en junio a la organización trasatlántica de querer conducir su país a una “frenética” carrera armamentista y de romper “el equilibro militar” en vigor en Europa desde la caída de la URSS.
Más poderosos
A finales del 2014, la nueva doctrina militar de Rusia, cuyo gasto militar alcanza ahora el 21% de su presupuesto -aunque sigue siendo muy inferior al de Estados Unidos-, ya designaba la expansión de la OTAN como una amenaza fundamental para la seguridad del país.
“Hay que prestar atención a cualquier cambio en el equilibrio de fuerzas y de la situación politico-militar en el mundo y, sobre todo, en las fronteras rusas. Y corregir a tiempo nuestro planes para eliminar las posibles amenazas contra nuestro país” , dijo Putin este jueves.
El país ha llevado a cabo una costosa modernización de sus fuerzas armadas en los últimos años, y ha desplegado tropas adicionales en el “flanco” oeste de Rusia, frente a las instalaciones militares europeas de la Otán.
La doctrina militar del Kremlin no menciona, sin embargo, en ningún caso la posibilidad de un “ataque preventivo” con el uso de misiles nucleares. Moscú se reserva el derecho a utilizar su arsenal en caso de agresión contra ella o sus aliados o en caso de “amenaza sobre la existencia del Estado” ruso.
El presidente consideró que se había llevado a cabo un “%” de la modernización de las fuerzas nucleares rusas, compuesta por bombarderos estratégicos, misiles balísticos intercontinentales y submarinos nucleares.
“Hoy en día somos más poderosos que cualquier agresor potencial” , declaró Putin. “Pero si ofrecemos aunque solo sea un respiro, (…) la situación puede cambiar rápidamente” .
El conflicto sirio le ha dado al ejército ruso la oportunidad de probar sus armas en situación real, ya sean misiles de crucero lanzados por submarinos, misiles estratégicos de largo alcance disparados desde el suelo ruso o el portaaviones “Almirante Kuznetsov” .