El 25 de marzo, esa zona fue azotada por un inusual temporal con 17 aluviones simultáneos que sepultaron pueblos enteros.
La catástrofe dejó unos 30 mil damnificados y más de dos mil viviendas quedaron destruidas.
“Estas son cifras que nos estremecen, porque nos hablan del sufrimiento de nuestros compatriotas. Pero también, esto no nos puede paralizar, porque ellos nos necesitan”, afirmó Bachelet.
Las familias cuyas viviendas fueron totalmente destruidas recibirán un bono de unos US$1 mil 600 para compra de enseres y ropa y subsidios de reconstrucción o alquiler de casas, indicó la mandataria.
Educación afectada
En paralelo, se construirá infraestructura provisoria para remplazar los colegios que han sido dañados, lo que provocó la suspensión de las clases, precisó.
También se implementarán tres mil puestos de empleo, créditos para empresa que hayan sido damnificadas y se redoblará el trabajo de reconstrucción de caminos, en quebradas y defensas fluviales para combatir nuevas inundaciones.
26 muertos
150 desaparecidos
30 mil damnificados
2 mil viviendas destruidas
35 mil estudiantes sin clases
“El proceso de reconstrucción será largo y complejo. Habrá que tomar decisiones difíciles, en algunos casos habrá que relocalizar familias, por su propia seguridad y priorizar ciertas obras por sobre otras”, sostuvo Bachelet.
La zona se mantiene en “Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe” y con toque de queda nocturno, mientras se realizan labores de remoción del lodo con palas y maquinaria pesada y se levantaban las primeras viviendas de emergencia.
La región fue declarada además bajo alerta sanitaria, ante el riesgo de propagación de enfermedades respiratorias y gastrointestinales.
Visión 7 presenta un reportaje sobre el trágico temporal.