Halil, que huyó con su familia hace dos años de la ciudad siria de Alepo hacia Turquía, relató que quiso comerse esos restos porque tenía mucha hambre, pero el gerente lo golpeó en la cara y le dio una patada, según informa el diario Milliyet.
Burger King declaró que el gerente fue despedido después de esta agresión.
Turquía alberga a unos dos millones de refugiados sirios, la mayoría de ellos en grandes campamentos cerca de la frontera con Siria, pero otros se han dispersado en otras partes del país, incluyendo grandes ciudades como Estambul y Ankara.