“Me siento indignado”, dijo Renjie Li, uno de los alumnos que identificaron a Klug, en declaraciones al portal de noticias de NBC.
“Es increíble que alguien le hiciera esto a un profesor joven que acababa de empezar su carrera en UCLA. Es una lástima” , agregó.
Previamente, el jefe de la Policía de Los Ángeles, Charlie Beck, había confirmado que las dos víctimas eran hombres y que las autoridades encontraron una nota junto a los cuerpos, pero no aclaró si se trataba de una confesión o una nota de suicidio.
El campus de la Universidad permaneció cerrado desde las 10 hora local mientras las autoridades organizaban un potente despliegue policial, formado por decenas de agentes.
5,451 personas han muerto este año en EE. UU. por armas de fuego.
21,549 incidentes se han registrado con ese tipo de armas, también en 2016.
Los estudiantes del centro fueron desalojados y reubicados en uno de los edificios del recinto, indicó la universidad.
El Departamento de Policía de Los Ángeles informó que el suceso tuvo lugar en el edificio de la Facultad de Ingeniería.
“Estamos en el edificio de música. Estamos en una habitación bastante aislada”, declaró por mensaje de teléfono móvil un estudiante que buscó refugio en el campus.
“Acaba de entrar otro compañero. Dice que venía de otro edificio y había masas de gente corriendo en dirección contraria. Había un helicóptero (…) y bastante actividad policial”, agregó el estudiante.
El Buró Federal de Investigación (FBI) envió agentes en el campus, mientras que la Policía de Los Ángeles declaró una “alerta táctica” en la ciudad y envió cientos de policías al campus y alrededores, informó el diario Los Angeles Times.
Se da la circunstancia de que la selección de fútbol de Brasil tenía programado un entrenamiento en las instalaciones de la Universidad con vistas a su participación en la Copa América, que finalmente tuvo lugar en el StubHub Center de la cercana ciudad de Carson.
Debate sobre las armas
UCLA, una de las universidades más conocidas en el mundo, recibe estudiantes de todo el orbe, que realizan cursos e investigaciones que abarcan desde ciencias a cine, pasando por sociología y ciencias políticas.
Esta balacera es la última en un país donde los ataques con armas de fuego son casi cotidianos.
Desde el inicio del año hubo cinco mil 451 muertos por armas de fuego en Estados Unidos y 21 mil 549 incidentes implicando estas armas, según el sitio Gunviolencearchive.org.
Hace dos años, Elliot Rodger, de 22 años, apuñaló mortalmente a tres compañeros de apartamento, matando luego a tres mujeres con un arma de fuego en una universidad situada cerca de Santa Barbara, dos horas al norte de Los Ángeles. Al menos otras 13 personas fueron heridas por Rodger.
Otros tiroteos con víctimas mortales se registraron desde entonces en una universidad de Oregon (Portland, noroeste) y en un liceo de la región de Seattle (Washington, noroeste).
California fue escenario en diciembre de un ataque con fusil de asalto por parte de una pareja yihadista, en el que murieron 14 personas en San Bernardino. Fue el atentado más mortífero en Estados Unidos desde los del 11 de setiembre de 2001 en la costa este, que dejaron unos tre mil muertos.
Los llamados a un control más estricto de las armas de fuego se multiplican luego de cada ataque, incluso en California, estado que cuenta con una de las legislaciones más estrictas del país.
La Ucla prohíbe la tenencia y el porte de armas de fuego en el campus.