El cura recordó que recibió el cáliz “el día que fui ordenado sacerdote”.
Agregó que “mi cáliz ha contenido muchas veces la sangre redentora de Cristo y pido al Señor que lave con esa sangre el corazón de quienes lo hurtaron”.
El clérigo aseguró que sus familiares y amigos tienen a San Antonio “trabajando” y que está “seguro (que) pronto aparecerá, es buen intercesor ante Dios”.
Por su parte, el diario local La Prensa publicó en su página web que entre lo hurtado, se encuentra el cáliz de consagración y un maletín con pertenencias personales del cura.
El sacerdote acompañó en septiembre de este año a Varela a un viaje al Vaticano en donde tuvo la oportunidad de conocer al papa Francisco.