La visita a Rusia de Kim Jong-Un puede interpretarse como una intención de Pyongyang de reducir su dependencia de China, su principal aliado.
Últimamente Rusia ha multiplicado las señales de apoyo a ese país, uno de los más aislados del mundo.
A finales de noviembre, Rusia votó en contra de una resolución de la ONU que podría haber sentado a Corea del Norte ante la justicia internacional por crímenes contra la humanidad. Alegó que era “contraproducente” .
También dijo “comprender” el enfado de Corea del Norte con la película estadounidense “La entrevista” , que originó una nueva escalada de tensión entre Pyongyang y su enemigo de siempre, Washington DC.
Al igual que Kim Jong-Un, numerosos jefes de Estado, como el presidente estadounidense Barack Obama, han sido invitados a la ceremonia. Veinte de ellos ya confirmaron su participación, informó la semana pasada el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov.
Cada año Rusia celebra el 9 de mayo la victoria de los Aliados contra la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial (la capitulación alemana fue firmada el 8 de mayo de 1945 por la noche, o sea el 9 de mayo, hora de Moscú) .