Ese territorio incluiría el Polo Norte y podría darle acceso a Moscú a unos 4.900 millones de toneladas de hidrocarburos, de acuerdo con las estimaciones del gobierno.
El rtico se ha convertido en escenario de tensiones internacionales, con varios Estados reclamando su soberanía sobre el lecho marino, que se cree rico en minerales e hidrocarburos.
Las actuales leyes internacionales dicen que un país tiene privilegios económicos exclusivos sobre la placa situada en un radio de 200 millas náuticas alrededor de sus costas.
En la reivindicación de Rusia están incluidas las crestas de Mendeleyev y de Lomonósov, reivindicadas asimismo por Dinamarca y Canadá. Moscú argumenta que ambas dorsales oceánicas así como el Polo Norte forman parte del continente euroasiático.
Rusia reclamó el territorio por primera vez en 2001, pero Naciones Unidas le pidió que aportara pruebas científicas de su reivindicación.
Desde entonces, los investigadores rusos han llevado a cabo varias expediciones al rtico, la última en octubre.
El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, dijo que la entrega de la petición a la ONU tenía carácter “prioritario” y esperaba que fuera revisado por la Comisión de otoño.
El interés del presidente Vladimir Putin por esta zona se ha incrementado en los últimos años y el gobierno ruso ha establecido una comisión especial para el desarrollo de ese territorio. También ha enviado paracaidistas y la semana pasada anunció que revisaría su doctrina naviera para centrarse en el mar rtico.