Durante el anuncio de su candidatura, Sanders defendió su decisión de presentarse a las primarias demócratas en vez de concurrir también como un candidato independiente.
“No soy un multimillonario. Presentarme por fuera del sistema de los dos partidos requeriría enormes sumas de dinero. Mis seguidores no van a ser millonarios, y no van a ser multimillonarios. Y hubiéramos gastado muchísimo”, explicó ante la prensa.
Aunque en muchas ocasiones se alinea con los demócratas en las votaciones de la Cámara Alta, Sanders siempre ha rechazado militar en sus filas por considerar que el partido se encuentra a la derecha de su ideología.
Sus posturas en materia social prometen, no obstante, ser un acicate durante la campaña electoral para hacer que Clinton se posicione en asuntos que le resultan más incómodos.
“Durante los últimos cuarenta años, la clase media de Estados Unidos ha estado desapareciendo. Me he presentado para hablar de los asuntos reales, para defender mi historial. Estoy seguro de que la secretaria Clinton hará lo mismo”, agregó el legislador por Vermont.
Sanders es uno de los pocos legisladores estadounidenses que se define como socialista. De llegar a la Casa Blanca, sería el presidente de mayor edad en la historia del país.
Pese a que Clinton es la gran favorita, muchos en la izquierda progresista del partido piensan que es demasiado moderada y esperaban fervientemente un candidato al que apoyar ante las reiteradas negativas de la senadora por Massachusetts Elizabeth Warren.
“Sanders es muy reconocido por su liderazgo basado en sus principios y ha estado ahí constantemente para las familias de clase media”, dijo la presidenta del Comité Nacional Demócrata (DNC, en inglés), Debbie Wasserman Schultz, en un comunicado.
“A lo largo de su servicio en la Cámara y el Senado, Bernie Sanders ha demostrado claramente su compromiso con los valores que todos compartimos como miembros del Partido Demócrata”, agregó la presidenta.