Internacional

Senadores comienzan votación que puede dejar a Rousseff a un paso de un juicio

La comisión del Senado que ha deliberado sobre la posible existencia de base jurídica para la apertura de un juicio contra la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, inició el viernes una votación que empezará a definir el futuro de la mandataria.

La comisión tiene 21 miembros de todos los partidos representados en el Senado y votará un informe del instructor del caso, Antonio Anastasia, que recomienda la instauración del proceso, ya que, en su opinión, se cumplen todos “los requisitos legales” .

Según Anastasia, la denuncia, sustentada en unas maniobras fiscales irregulares en las que el Gobierno incurrió en el 2014 y el 2015, presenta los requisitos “exigidos por la legislación en vigencia, y especialmente por la Constitución Federal, para ser recibida” .

El instructor dice que su voto “es por la admisión de la denuncia con la consecuente instauración de un proceso de impeachment, la apertura de un plazo para que la denunciada responda a la acusación y el inicio de la fase de instrucción del proceso”  que puede llevar a recortar el mandato de la presidenta.

Si el informe elaborado por Anastasia tras escuchar los testimonios de la acusación y de la defensa es aprobado, será remitido al pleno del Senado, que la semana próxima decidirá si se inicia el juicio contra Rousseff.

En caso de que la mayoría simple entre los 81 senadores del pleno se incline por instaurar el juicio político, Rousseff será separada del cargo durante los 180 días que puede durar el proceso.


En ese período, sería sustituida por el vicepresidente Michel Temer, con quien está enemistada hace meses y que ya ha comenzado a articular la composición del Gobierno que puede asumir una vez que la mandataria sea notificada oficialmente del inicio del juicio.

 Rousseff afirma que no renunciará

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, reiteró el viernes que no renunciará a su mandato, amenazado por un juicio político con miras a su destitución, pues hacerlo sería equivalente a “enterrar la prueba viva del golpe” .

En un acto en el que se firmaron contratos para la construcción de 25.000 viviendas populares, Rousseff insistió en que el proceso que puede acabar con su mandato tiene como principal objetivo poner fin a los programas sociales desarrollados por su Gobierno.

“En América Latina, cuando no se quería una cierta política, se daba un golpe de Estado” , pero “antes era con las bayonetas y usando a las Fuerzas Armadas” , declaró la mandataria.

Apuntó que “ese proceso fue superado y, ahora, si se oponen a los programas sociales de un Gobierno, si no tienen votos para disputar elecciones directas, se valen del impeachment” , como se conoce en Brasil el proceso de destitución de un gobernante.

Rousseff sostuvo que “todos los beneficiarios del proceso que pretende usurpar el poder”  son “cómplices del golpe” , e incluyó entre ellos al vicepresidente Michel Temer, quien asumiría su lugar en caso de que el Senado decida, la semana próxima, abrir el juicio político.

El trámite está ahora en manos de una comisión del Senado, que hoy mismo votará un informe que recomienda instaurar el proceso que puede llevar a la destitución de Rousseff, el cual cuenta con amplio apoyo entre los 21 parlamentarios que integran ese grupo.

Ese informe llegará la semana próxima al pleno del Senado, que tendrá la última palabra sobre el asunto y que, en caso de aprobar la apertura del juicio, llevará a que Rousseff sea separada del cargo durante 180 días y sustituida durante ese período por Temer.

En caso de una destitución de la mandataria, el vicepresidente completará el período que vence el 1 de enero de 2019.

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