El secretario general, que perdió la votación por 133 votos frente a 107, anunció él mismo su dimisión y pidió unidad en el partido.
El sector crítico de los socialistas españoles intentó primero presentar una moción de censura contra Sánchez, pero la mesa del comité federal, órgano directivo entre congresos, rechazó las firmas por razones estatutarias.
La dimisión del líder de la Oposición se produce en medio de una seria crisis institucional en España, cuyo Gobierno está en funciones desde hace más de nueves meses.
Varios representantes del sector crítico que ha derrotado a Sánchez se han declarado partidarios de que el PSOE se abstenga en el Parlamento durante una nueva sesión de investidura del presidente en funciones, el conservador Mariano Rajoy, para que pueda formar Gobierno.
El líder socialista, que no era ya reconocido como tal por la mitad de la dirección del partido, había lanzado un órdago al anunciar que dimitiría si el Comité Federal no daba el visto bueno hoy a sus planes, que consisten en celebrar unas elecciones internas inmediatas para que la militancia tenga voz en el debate abierto en el PSOE sobre el futuro político de España.
En el poder desde el 2011, Rajoy ganó las legislativas de junio pasado, pero con 137 diputados de los 350 del Parlamento su Partido Popular quedó lejos de una mayoría necesaria para gobernar, por lo que le es necesaria al menos la abstención del PSOE para mantenerse en el poder.
En caso de persistir el bloqueo hasta el 31 de octubre, se disolvería el Parlamento y se convocarían unas nuevas legislativas en diciembre, las terceras en un año, algo inédito en España y Europa.