El candidato republicano fue el primero en ascender al podio, que estaba flanqueado por 10 banderas estadounidenses. No había ningún cartel que diga “Trump-Pence”, sino sólo los que llevaban el nombre “Trump”.
El candidato fue recibido con aplausos y vivos de centenares de amigos y funcionarios republicanos locales. En respuesta al reciente ataque terrorista en Niza, Francia, prometió que de ser presidente, impondrá “la ley y el orden”.
Sobre él y Pence, exclamó: “Seremos los candidatos de la ley y el orden”.
Tras una semana de rumores y especulaciones, el empresario finalmente decidió anunciar su escogencia. Una conferencia de prensa había sido inicialmente prevista para la mañana del viernes en Nueva York, pero Trump había decidido postergarla tras el atentado en Niza hasta el sábado.
El ala conservadora del partido Republicano debe estar satisfecha con la opción de Mike Pence, de 57 años, un intransigente en asuntos sociales como el aborto y el matrimonio gay, que pasó 12 años como legislador en el Congreso y es desde 2013 el gobernador del estado de Indiana (norte).
Trump y Pence son esperados la próxima semana en Cleveland, para la convención de investidura republicana.
El virtual candidato presidencial republicano le hizo la oferta a Pence el jueves a la tarde, antes de que Pence viajara a Nueva York, precisó una fuente republicana enterada de las gestiones, que pidió no ser identificada debido a que no estaba autorizada para hablar en público sobre el tema.
El candidato dijo en varias entrevistas televisadas el jueves por la noche que no había tomado una decisión “final, final” , lo que dejó abierta la posibilidad de que Trump, conocido por su carácter errático e impredecible, cambie de opinión.
En una entrevista con Fox News el viernes por la mañana, el jefe de la campaña de Trump, Paul Manafort, descartó los rumores de que Trump tomó una decisión y luego se arrepintió.
Tener a Pence como candidato vicepresidencial le daría a la campaña de Trump una dosis de experiencia y seriedad.
Pence es un conservador acérrimo de carácter imperturbable y con contactos en Washington.
La elección por parte de Trump sería indicio de que el magnate está tratando de aliviar temores entre las filas republicanas por su propia ideología conservadora y su falta de experiencia.
Historial conservador
El gobernador de Indiana, Mike Pence, tiene un historial conservador en materia de inmigración que se remonta a sus primeros días en la Cámara de Representantes, y refleja la estricta posición del aspirante republicano a la presidencia Donald Trump, que eligió a Pence como su compañero de papeleta.
En los más de 10 años en la Cámara, Pence apoyó numerosas propuestas que pretendían reformar el sistema de inmigración, por ejemplo con un límite sobre el número de visas emitidas a cada país o esfuerzos para permitir que cada estado pueda establecer milicias que patrullan la frontera, así como medidas para definir el inglés como lengua oficial del país.
También se mostró partidario de construir un muro fronterizo casi una década antes de que Trump hiciera de esa promesa una pieza central de su campaña para la Casa Blanca.
En 2005, Pence se sumó a los esfuerzos por aprobar una gran ley de inmigración que fue de las primeras en proponer cercas a lo largo de cientos de millas junto a la frontera mexicana.
También proponía una multa de US$3 mil para migrantes residentes en el país sin permiso de residencia que hubieran aceptado marcharse y se hubieran quedado.
La ley introducía castigos por ayudar a un migrante que viviera en el país sin permiso de residencia. La propuesta fue aprobada en la Cámara de Representantes, pero fracasó en el Senado.
Un año más tarde apoyó la exitosa Ley Cerca Segura de 2006, un plan más restringido centrado en la seguridad de fronteras y que terminó llevando a la construcción de casi 700 millas de cerca fronteriza.
Cuando le preguntaron el miércoles sobre la propuesta de Trump de construir un muro en la frontera con México, Pence dijo que apoya la “visión para el país” del magnate.
“Creo que como dijo el presidente Ronald Reagan, una nación sin fronteras no es una nación”, dijo Pence. “Creo que es absolutamente necesario que tengamos seguridad de fronteras y he apoyado eso con firmeza a lo largo de mi carrera.
Tenemos que poner la frontera bajo control y yo apoyo a Donald Trump. Creo que tiene la visión adecuada para este país”.
Pence fue uno de los padrinos de la Ley Buenas Cercas Hacen Buenos Vecinos de 2006, una medida que permitía a los estados fronterizos utilizar asignaciones federales para construir una “barrera física” cerca de las fronteras mexicana y canadiense para detener la inmigración incontrolada.
Un año antes respaldó una propuesta para permitir que los estados fronterizos crearan milicias con la autoridad para hacer arrestos.
Pence también ha expresado su apoyo a cambiar la ley de inmigración para redefinir qué niños nacidos en Estados Unidos se convertirían de forma automática en ciudadanos.
Además, respaldó una ley en 2007 y otra en 2009 que habrían limitado la ciudadanía automática para los niños que tienen al menos un progenitor con ciudadanía estadounidense, residencia legal o que sirve de forma activa en el Ejército.
Una versión de 2005 de la ley que apoyó pedía ciudadanía automática para hijos de padres casados, siempre que uno de los padres fuera ciudadano o residente legal. En casos de padres no casados, la madre del menor debía ser ciudadana o residente legal.