El primer ministro, de 40 años, agregó que el suyo era un gabinete de “salvación nacional” y que estaba dispuesto a “sudar sangre” para restaurar la dignidad maltrecha de su nación.
El nuevo gobierno de izquierda radical que salió victorioso de las elecciones del pasado domingo insiste en que Grecia, duramente golpeada por la recesión, no se puede recuperar sin una generosa reducción de la deuda y sin abandonar la austeridad.
Los socios europeos de la república helénica han expresado desde el principio su oposición a una quita, a imagen del portavoz de la canciller alemana, Ángela Merkel, que el lunes recordó que la pertenencia de Grecia a la eurozona implicaba “respetar los compromisos adquiridos”.
El jefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, es esperado el viernes en Atenas para reuniones sobre la espinosa cuestión de la deuda. El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, también viaja a Atenas para reunirse con Tsipras.