Añadió que la situación es especialmente “difícil” en los alrededores de Debaltsevo -a medio camino entre las capitales separatistas de Donetsk y de Lugansk- donde las tropas ucranianas están prácticamente rodeadas por los rebeldes.
La víspera, el presidente ruso, Vladimir Putin, declaró que los separatistas quieren que las fuerzas ucranianas depongan las armas y estiman que entre seis mil y ocho mil soldados ucranianos están rodeados.
Varios analistas consideran que los separatistas, apoyados por las fuerzas rusas, intentarán apoderarse de Debaltsevo antes del domingo, cuando entrará en vigor el alto el fuego alcanzado en Minsk.
Los bombardeos también se reanudaron en Lugansk, una de las capitales regionales y bastión de los separatistas, con un saldo de tres civiles muertos y otros cinco heridos, según el ayuntamiento.
En Donetsk, feudo de los rebeldes, los disparos se reanudaron a las 6H00 locales, con salvas de lanzacohetes múltiples Grad y decenas de disparos de artillería procedentes de ambos bandos, constató la AFP.