El anuncio se suma a la situación de Pekín y otras 20 ciudades, que se encuentran en alerta naranja desde hace días por el mismo problema, mientras que otras 16 urbes, entre ellas Xian, están en alerta amarilla.
En total, 72 ciudades chinas están en algún tipo de alerta por contaminación.
La región de Pekín-Tianjin-Hebei, en el noreste, ha extendido su alerta hasta la noche del próximo sábado, según anunció hoy el Ministerio de Protección Ambiental.
En algunos lugares de esa región, la contaminación llegará a niveles “muy graves” con concentraciones de partículas PM 2,5 (las más peligrosas) de hasta 300 microgramos por metro cúbico (la Organización Mundial de la Salud recomienda un nivel máximo de 25).
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Esta secuencia acelerada muestra en 12 segundos cómo una nube tóxica cubre Pekín, el tiempo real del evento fue de 20 minutos.
Las previsiones para la región del noreste es que el domingo llegue un frente frío que disperse la espesa capa de “esmog” (niebla y contaminación).
La declaración de alertas va acompañada de distintos niveles de restricciones para el tráfico, las escuelas, la actividad de industrias contaminantes o las obras de construcción.
Pero un informe de este Ministerio divulgado ayer reconoció que muchas empresas ignoran estas medidas y prosiguen su actividad con normalidad.
Por ello, el Ministerio ha enviado equipos de investigación a las zonas más afectadas para supervisar que las restricciones se aplican en la práctica, para lo que también ha urgido a la acción de las autoridades locales.
La combinación de la contaminación con la niebla ha hecho que en amplias zonas la visibilidad sea inferior a 50 metros, según informó hoy el Centro Meteorológico Nacional.
Esto ha hecho que desde el fin de semana se hayan registrado numerosos problemas en aeropuertos y autopistas de grandes ciudades como Chengdu o Tianjin.