La confianza en la Iglesia es superior al 60% en todos los países de la región menos en Uruguay (48%) y Chile (44%). Según la encuesta, en quienes más confían los latinoamericanos es en su familia y, en segundo lugar, en la Iglesia Católica.
“Los católicos recuperan su confianza en la Iglesia a pesar de los escándalos, probablemente como consecuencia de la llegada y liderazgo del papa Francisco”, asegura el informe de la encuestadora privada Latinobarómetro, con sede en Santiago.
Sin embargo, especifica, entre 2011 y 2013 “no hay un efecto ‘papa Francisco’ en toda la sociedad sino sólo en la confianza en la Iglesia Católica”.
América Latina es la única región del mundo que tiene una religión -el catolicismo- mucho más dominante que otras, y se observa que aquellos que dejan el catolicismo, en la mayoría de los casos abrazan otra religión.
Si por un lado hay más católicos a medida que aumenta la edad -un 61% de jóvenes son católicos, mientras los mayores de 60 años representan el 74%-, con los evangélicos ocurre lo contrario: entre los jóvenes hay un 19% de feligreses y entre los mayores de 60 años un 14%.
Los católicos aumentan a medida que aumenta el nivel de educación, de 64% en educación básica a 72% en educación superior, mientras los evangélicos disminuyen de 22% a 10% respectivamente.
Se constata también el avance de los evangélicos en Centroamérica, y un sostenido proceso de secularización en Chile y Uruguay.
En cuanto a la práctica religiosa, Chile y Uruguay son también los países con menor práctica, especialmente Chile, donde en los últimos tres años los católicos disminuyeron su práctica de un 41% en 2010 a 27% en 2013.
Según el estudio, “los valores de la innovación, la transparencia, competencia, perseverancia, como pilares de las sociedades modernas, no necesariamente son abrazadas por las sociedades latinoamericanas, donde prevalecen valores más tradicionales como la obediencia, las buenas costumbres, la responsabilidad”.
El sondeo de Latinobarómetro fue realizado por distintas consultoras a 20.200 personas en 18 países de América Latina, con un margen de error de entre 2,8% y 3,5% dependiendo del país.