La funcionaria agregó que su gobierno está profundamente decepcionado por la liberación de Carvajal, ya que estuvo justificada por alegatos de inmunidad que “van más allá de las normas internacionales establecidas” y aseguró que Washington DC solicitó la detención en cumplimiento pleno del tratado de extradiciones que suscribió con Holanda y Aruba.
The Associated Press solicitó una reacción a la embajada venezolana, sin obtenerla de inmediato.
Carvajal, el funcionario venezolano de más alto rango jamás detenido por una solicitud estadounidense, recuperó la libertad el domingo y retornó a Caracas luego de que fuera arrestado hace cuatro días por las autoridades de Aruba a solicitud del gobierno estadounidense.
Las autoridades arubeñas dijeron que la cancillería holandesa liberó a Carvajal al reconocer su inmunidad diplomática, pero al mismo tiempo lo declaró “persona no grata”, un término empleado por los gobiernos para deshacerse de diplomáticos extranjeros.
Aruba había justificado previamente la detención practicada el miércoles alegando que Carvajal no tenía inmunidad diplomática porque su cargo de cónsul no había sido aprobado por la cancillería holandesa, que maneja los asuntos exteriores de su excolonia ubicada frente a Venezuela.
El Departamento del Tesoro señaló en 2008 a Carvajal y otros dos altos oficiales militares venezolanos de entregar armas a las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) y ayudarlos a traficar cocaína para financiar su insurgencia.
Carvajal, quien durante cinco años dirigió los servicios venezolanos de inteligencia militar, niega las acusaciones del Tesoro y también otros cargos formulados por un tribunal del sur de Florida, que lo acusa de haber sido cómplice de Wilber Varela, un importante narcotraficante colombiano asesinado en Venezuela en 2008.
Arthur Dowers, ministro de Justicia de Aruba, dijo el domingo a periodistas que su intención era atender la solicitud de arresto que Washington DC emanó según un tratado suscrito con Holanda, pero que ahora debía acatar las instrucciones que le giraba La Haya.