El joven Kluiverth Roa, estudiante de un liceo, recibió un proyectil en su cabeza, y fue trasladado al hospital Central, donde se comprobó su fallecimiento.
La ministra de Interior y Justicia, la almirante Carmen Meléndez, lamentó la muerte del joven y explicó que, tras su detención, el policía “declaró haber efectuado un disparo al estudiante con una escopeta con municiones de goma” .
El Ministerio Público, que no detalló si el joven participaba o no de la protesta, designó a dos fiscales para que investiguen el caso.
Esta muerte ocurre semanas después de que el gobierno autorizara a los cuerpos de seguridad al uso de “fuerza mortal” para controlar el orden público.
San Cristóbal fue cuna de las protestas estudiantiles de febrero del 2014, que luego se extendieron a unas 20 ciudades de todo el país y que dejaron entre febrero y mayo un saldo de 43 muertos.
Durante la mañana de este martes, unos doscientos manifestantes que protestaban contra la crisis económica se enfrentaron con la policía en inmediaciones de la Universidad Católica de Táchira, constató un fotógrafo de la AFP .
Según la ONG Foro Penal, los enfrentamientos dejaron 17 detenidos.
La prensa local también reportó pequeños disturbios durante manifestaciones antigubernamentales en otras ciudades del oeste, como Mérida y Maracaibo, sin que por ahora se haya informado de incidentes de gravedad.
De febrero a mayo del 2014 varias ciudades venezolanas fueron escenario de protestas antigubernamentales contra la inseguridad, la inflación (56,2% en el 2013 y 68,5% en el 2014) y la escasez de alimentos y productos básicos, que dejaron 43 muertos, centenares de heridos y de detenidos.
Pero un año después, las masivas convocatorias de opositores al gobierno del presidente Nicolás Maduro han quedado reducidas a pequeñas concentraciones, a pesar de que la situación económica ha empeorado, en gran parte debido a la caída de los ingresos petroleros.
El nivel de violencia registrado el año pasado, con bloqueos de calles y disturbios casi diarios con gas lacrimógeno y perdigones, ha dejado paso en los últimos meses a esporádicos altercados protagonizados por decenas de jóvenes.