“Ella no va a entrar. No es diputada” retrucó la noche del lunes Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional y considerado el número dos del chavismo.
Cabello acusa a la opositora de promover la violencia en la ola de manifestaciones contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro, que en dos meses han dejado un saldo de 39 muertos.
La destitución Machado, una ingeniera de 46 años que obtuvo una de las mayores votaciones en las legislativas de 2010, fue anunciada hace una semana por el propio Cabello y ratificada la noche del lunes por el Tribunal Supremo de Justicia.
Tanto Cabello como el máximo tribunal alegaron que la diputada “perdió su investidura” por haber acudido el 21 de marzo a una reunión de la OEA como “representante alterna” del gobierno de Panamá, un acto que la “autodestituyó” acorde a la Constitución.
Panamá, país con el que Venezuela rompió relaciones diplomáticas el 5 de marzo, invitó a Machado a una sesión de la OEA para hablar de las protestas iniciadas el 4 de febrero en su país, pero el ente finalmente excluyó su intervención.
Machado es uno de los principales rostros de la facción radical de la Mesa de la Unidad Democrática, que cuenta con un tercio de los 165 diputados en la Asamblea Nacional.
Según el Tribunal Supremo, su actuación en la OEA “constituye una actividad incompatible durante la vigencia de su función legislativa“, a la cual debe dedicarse de manera “exclusiva“.
Pero la combativa opositora aseguró en Twitter que “hoy más que nunca” es diputada e insistió que la medida es parte de “una persecusión política” en su contra y carece de sustento legal.